viernes, 27 de julio de 2018







La luz más pequeña ilumina toda la ciudad,
Una vez más estoy aquí,
rasgando el fuego con sutileza, 
viendo mi secreto en el vaivén de las olas 
queriendo llegar hasta la orilla. 
hasta las sabanas teñidas de tus aventuras.
Se revela mi verdad
me extiendo y llego a aquellos que sienten como yo.
pocos entienden, pero mi ser sabe de dónde vienen las comparaciones 
y cuál es el mensaje que flota en las copas de los labios mentirosos,
puedo leerlo, pero el color del vino me confunde con la sangre. 
¿Y si vino así para tales fines?
¿En cual jardín arranqué las flores? 
te embellecí la falsedad 
y me herí con las espinas
Su olor y belleza me apartaron,
busqué en las alturas lo que ya estaba enterrado
Y creí dirigirme hasta ti, 
el camino más inseguro de todos,
lo recorrí más de una vez con mis manos llenas de sol,
recogiendo las semillas que conserva, las que regué con lágrimas frutales
Hoy me toca sellar esas grietas donde deposité una poesía suave.
Vuelve la misma palabra,
hay vidas que desean repetirse,
Y pienso que tengo algo inmenso que no puedo abrazar,
se esconde detrás de la oscura rendija,
llevándose de mí toda la historia.


lunes, 27 de diciembre de 2010

Indefinible… Interminable…



I

¿Qué estará sucediendo en tu alcoba de tela?

¿En los viejos espacios de la mente esclava?

Aquella que explota en la rebeldía del viento,

en los golpes de los árboles.

¿Qué será lo que se interna oscuridad adentro?

Memorias que solo aquel pecho siniestro puede recordar.

¿Lo habrán herido? ¿Confundido?

Ya sabes… estamos escribiendo el testamento apenas.

Como si no existieras… cambiando el suelo,

desprendiendo raíces.

¿Cómo escribir sobre la oscuridad con su mismo color?

¿En verdad será esto evolución?

Tendiéndonos en el pantano,

como la hierba fina de los valles…

Maquinas que vienen a invadirme,

Han salido a renombrarme,

a quitarme mi apellido de silvestre…

Un veneno que no era para mí, pero consumí,

Y tocas mi corazón para aliviarme de culpas

¡Si lo intente todo!

Y todo fue… Una vida que se aleja…

Sabor a polvo de tiempo, sabor a lluvias de tierra,

que entierran… el espíritu y al fin… todo.


II

Hay escaleras sin nombre

por las aceras de tu frente,

¿Estaré caminando por esas aceras?

¿Te hare soñar? Sí, quiero hacerte soñar…

y detener la neblina con mis pasos.

Ir grabándote este silencio desgarrador de mi alma,

con mis pies de carbón

Barramos el desvío de esa mirada.

¿Dejaras que sean cenizas las estrellas?

Se queman fugaces durante el viaje.

Permaneceré contigo, ¿Y tú, conmigo?

¡Habla… por favor!

No me dejes sin sonidos, ni música,

toda la que existe solo sale de tu boca

y todo lo que existe entre el mar y la tierra, sucumbe por ti.


III

El tren comenzara a correr, y ahora… Pido.

Pido a la tierra, que sostiene todas las cosas caídas,

Dejar brotar la ciudad de las hojas, rodarlas por mi cuerpo.

Dejar orugas creando huecos,

por donde respirar la brisa interna de lo verde.

Haciéndome invadir el agujero de sus calles.

Allí quiero estar por siempre,

en el carácter constante de su vida, unida a la mía

y a quien me acompaña en sueños… Solo en sueños.

Pido encerrarme en la caja de pañuelos, entrar en ella para meditar,

No escuchar, ni ser escuchada, liberarme…

Su oscuridad me hace viajar,

Fumar el humo de las montañas, los dibujos y las formas que han quedado dentro de mí.

Porque a veces descansa el cuerpo ¿Y el corazón?


IV

Piensa, piénsame….

Que yo te pienso, y te pienso…

En el relato soñado del día,

cuando nos unimos al fin… Solos en el atardecer.

Y llovemos… llovemos los dos juntos,

caemos pintando todo

Desvaneciendo el mundo en nuestra entrega,

pero nosotros… inmortalmente de todos los ruidos…

Ruidos del bosque, ruidos del agua, ruidos del cielo.

Reverdeciendo el horizonte,

en el frágil cristal de tu mesita de noche.

Triplicando nuestro rezo para un solo cuerpo.

Y entonces comprender, el equilibrio de las cosas.

¿Me miras con pupilas o con blancas escleras?

sábado, 1 de mayo de 2010

Resbalando...



Estoy sobrepasando las sombras,

en que te miro y vuelo

a los escombros de un pasado,

inquieto y palpitante,

No pretendo custodiar tus amenazas

más dulces, que el caramelo insensato de mis labios,

más dulces, que tu cuerpo congelando mi pecho,

Y luego….

las frutas del cansancio solo se anidan,

Intentan recuperar esa existencia,

incondicionalmente,

Atrapandome en emociones devenidas,

donde las alfombras líquidas,

son las alturas de nuestra ruta y exploración,

Estamos descubriendo tras la oscuridad del subterráneo,

los relámpagos de llanto y gemidos migratorios.

¿De dónde vienen?

ssshhh... no preguntes.

Sabes que todo gruñe de tus manchas,

y mi sudor inagotable,

Comemos el desperdicio de la selva,

la miel de su corteza que nos quema,

Y luego…

nos traspasa,

con el valle de las avenidas misteriosas,

que son tus ojos… quizás...

o el puño que me encerró en las noches estrepitas del telescopio.



De: Mi Silueta.... A: Los Campos de...


Paraíso de Marte...
estas arriba,
junto a la daga negra que cobija ese lenguaje,
y cautiva mis delirios profanos.

Esas huellas digitales de tu barba cambiante,
hacen que mi cerebro estalle como raíces alcohólicas,
Recital de mis nervios dementes.
Sin rumbo...

tu sangre artística va conmigo...

Como lluvia nos entrega,

y se lleva nuestros besos a la tierra.


Siento municiones de aleluya,

por todas mis sienes,

que son miles,

por todos mis ojos,

que están en la atmósfera del templo enemigo.


Hay mas grietas en mis manos
que en las espumas del mar.
Y mi quejido va...

del trinar de las aves a los violines de los astros…

domingo, 28 de febrero de 2010

Extraño...
















Un día desperté...
y escuché cierto ruido,
No sabía… ¿Cómo salir?
de estos episodios que se clavan
en las pupilas de la sangre,
y un verdor que consumía
unos dedos marchitos de sal.
No creo haber estado ebria,
sólo me recostaba en las rocas,
en el camino, en el polvo
que sabía abrazarme junto con el viento.
Yo sólo esperaba la noche… no…
¡Perdón!
Esperaba todo,
Quería compartir las auroras y los llanos
a distintos tonos del día...
Sí… era todo húmedo,
pero tu voz estaba seca,
tal vez agua de ramas en tus labios,
tal vez una tela a la hora de mí boca,
es que te incursionabas en las mañas,
era natural ver un sismo de risas en los atrios,
una nave espontánea del recuerdo,
un abismo profundo sin metales ni dueños.
Tal vez, el olor disfrazado… tal vez, otra esfera...
pues un Barrancolí que cantaba en la ventana,
dejó de existir en el reflejo....


-->

sábado, 20 de febrero de 2010

Vestigios


Saludé la vieja casa del campo,

la del equipaje antiguo con candados rotos.


Coleccionando un tiempo que se ha hecho años,

en ese pedazo celeste con hojas en el suelo.


La pendiente del tejado aún posee nuestra forma,

permanece con tu nombre en la madera.


El jardín, con mis dedos en la pradera,


!Buscando la flor delicada donde se clavó la esencia de tu cuello!


Sumergí mis rosas en el cielo nocturno y

gotas inmensas tomé del espacio.


Aún la vieja casa nos recuerda...


tiembla tu paso en su pulmón,

cuando tu palma se sujeta de la puerta y la mía de tu adiós.


Qué triste esta la habitación, si no siente ya su constructor,

dejamos la música encendida...

con siluetas intactas formando la herida.


Recordé tus ojos tupidos sintiendo la melodía,

así como yo cierro los míos y te siento a ti.


Mientras... se asomaba la advenediza claridad,

que coqueteando con la brisa hacían pestañar las ventanas

y enjuagar nuestros néctares en la luna.


Quedó la esperanza como mi trofeo,

puesta en un lugar: nuestro amor.


Estampé a mí artista, mi loco creador,

quien esbozó mi retrato en su frente,


y dejó esquemas volando en la estancia.

Despedí la vieja casa del campo,

con un nuevo equipaje y el autor... esperando mi regreso.